La palabra vida.

  No hace mucho me paré a pensar en la dulce rutina de los estudiantes de primaria y en cómo es el hecho de la enseñanza, me explico; ese importante acto de impartir conocimientos hacia otras personas (o personitas, en este caso) y el mero hecho de que éstas lo aceptan y lo dan como válido, hasta el momento en que despierten. 

  Y se me vino a la cabeza una simple palabra: "vida", y el recuerdo del pequeño conflicto que en mi clase de mi primaria sucedió ya hace algunos años. El panorama era simple: la profesora estaba dando una clase de conocimiento del medio y tenía que definir esta palabra: "Propiedad o cualidad esencial de los animales y las plantas, por la cual evolucionan, se adaptan al medio, se desarrollan y se reproducen"

  Ahora bien ¿Entonces qué es lo que pasa con la mula estudiada el trimestre pasado? Copiaré la definición para refrescarnos: "animal híbrido estéril que resulta del cruce entre una mula y un asno" Te dejo que reflexiones un segundo mientras las ideas fluyen lentas por las cabezas de la profesora y los alumnos.

  Para aquellos niños de aquella clase de primaria el conflicto era grandioso, no entendían la situación, ¿La mula tenia vida? ¿Si no se puede reproducir, no vive? ¿Estaba mal la definición?. Claro está que a continuación preguntaron a la profesora, y ésta no supo que responder ante la evidencia de lo erróneo, porque obviamente una mula está viva aunque no se reproduzca. Y los alumnos de aquella clase ebullicionaron espumosos ante la idea de que aquella, su autoridad, la profesora no sabía que hacer, y lo más importante ¡Les había dicho algo que estaba mal! 

  Pero pronto llegó el recreo y el pequeño dilema (moral si cabe) se disipó entre los envoltorios del almuerzo y las frutas golpeadas por las mochilas, y ya casi nadie recuerda el día en el que la profesora definió la palabra vida.